A principios de mayo, se realizó uno de los sueños más grandes de Elon Musk: una ciudad propia llamada Starbase. Lo que era solo sede de SpaceX ahora es un municipio donde el vicepresidente de pruebas de SpaceX es el alcalde.
Pero esto no es tan bueno para todos; algunos habitantes recibieron un aviso de que podrían perder su derecho a usar su casa.
Starbase, como ciudad, inició en diciembre de 2024 cuando Elon Musk movió SpaceX a Texas, en Boca Chica. El sitio de lanzamiento fue llamado Starbase, y los empleados se mudaron allí.
Se votó para reconocer a Starbase como ciudad, con 212 votos a favor y solo seis en contra. Esto le da a SpaceX autonomía en las regulaciones de construcción según sus necesidades.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, ahora recibe solicitudes de cierre de playas por parte del ayuntamiento, no de la empresa.
Algunos habitantes recibieron una carta de advertencia. El 23 de junio habrá una votación sobre cambios que podría hacer que algunos tengan que mudarse.
No está claro qué compensación recibirían, y hay pocas esperanzas de evitar la mudanza.
Starbase pronto tendrá autonomía completa, y prioriza los intereses de SpaceX. Controlan acceso a playas y buscan aumentar lanzamientos de cohetes.
Se teme que esto sea el inicio de ciudades controladas completamente por empresas.
Este contenido fue generado por inteligencia artificial y la fuente original es “Xataka México”.
