Un día antes del accidente del buque Cuauhtémoc, miembros del grupo “Morena New York comité” subieron videos a redes sociales pidiendo a los mexicanos votar el 1 de junio por jueces. También se vieron lonas rosas en calles de la Ciudad de México con mensajes como “¡Chilangos a votar!”.
Este tipo de propaganda parece buscar dar más validez a una elección que, para muchos, no ha generado mucho interés. Es comprensible: en los últimos años hemos tenido muchas votaciones, consultas y elecciones. La gente está cansada.
Aunque al principio pensaba votar, después de pensarlo bien, decidí no hacerlo. Es una decisión personal. Aquí explico mis razones principales:
1. No soluciona el problema y puede empeorarlo
Cambiar jueces de carrera por jueces elegidos puede dañar el sistema de justicia. Los verdaderos problemas no vienen de los jueces, sino de malas investigaciones por parte de las fiscalías. Así lo señalan organizaciones como WOLA: muchos delitos quedan sin castigo porque las investigaciones fallan, no por culpa directa de los jueces.
2. No confío en los resultados
Es difícil creer que la mayoría de los votantes investiguen a fondo los perfiles de los candidatos. En la Ciudad de México se elegirán más de mil puestos judiciales. Es probable que muy pocos logren votar en todas las categorías. Entonces, ¿quién elegirá realmente a los ganadores?
3. Por respeto a buenos jueces que fueron despedidos
Durante años he visto cómo la mayoría de los jueces en el ámbito federal trabajaban con honestidad. Últimamente muchos de ellos han renunciado por sentirse maltratados injustamente. Por respeto a estas personas, no quiero ser parte de este nuevo proceso.
4. Se tardará mucho en arreglar el daño
Escoger jueces por medio de elecciones destruye un sistema de carrera que tardó décadas en construirse. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la ONU ya han advertido que esto afecta gravemente la independencia de los jueces. En vez de mejorar, terminaremos con un poder judicial que favorezca al partido en turno.
Lamentablemente, esta reforma puede perjudicar mucho al país. Y lo único que me deja tranquilo es saber que no fui parte de ella.
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