La policía de Nueva York aumentó la seguridad en sinagogas, templos, centros culturales y edificios diplomáticos judíos después de que dos empleados de la embajada de Israel fueran asesinados en Washington, frente al Museo Judío, durante un evento del Comité Judío Americano.
El alcalde Eric Adams informó que se desplegaron agentes armados en lugares considerados importantes. Aunque no hay señales de que el atacante tenga conexión con Nueva York, se tomó esta medida debido a la gran comunidad judía presente en la ciudad, la segunda más grande del mundo después de Tel Aviv.
Adams también aseguró que se están vigilando redes sociales y otras comunicaciones para detectar posibles amenazas, y explicó que la violencia y el antisemitismo no serán tolerados. También convocó a líderes religiosos para condenar el ataque y recordó que los crímenes de odio van en aumento.
El expresidente Donald Trump también se pronunció, calificando el asesinato como un crimen motivado por el odio y el antisemitismo. Pidió que este tipo de violencia termine de inmediato y expresó sus condolencias a las familias.
El secretario de Estado, Marco Rubio, condenó el ataque y afirmó que buscarán a los responsables para llevarlos ante la justicia.
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