El Augusta National Golf Club en Augusta, Georgia, ha estado comprando tierras durante años, gastando más de 200 millones de dólares en propiedades para expandir su elegante entorno. Sin embargo, una casa de tres habitaciones, propiedad de Elizabeth Thacker de 92 años, ha resistido sus ofertas. Aunque el club ha llegado a quintuplicar el valor de las propiedades, Thacker no ha cedido porque para ella el dinero no lo es todo. Su casa, donde vivió con su esposo Herman y criaron a su familia, representa algo invaluable.
El club ha intentado comprar la propiedad repetidamente, pero Thacker sigue firme. A su alrededor, muchas casas han sido demolidas y reemplazadas por estacionamientos. Otra vecina, Rebecca Freeman, también ha rechazado vender su casa, confiando en que eventualmente el club aumentará la oferta. La resistencia de estas mujeres es vista como un acto de tenacidad, recordando que no todo puede ser comprado.
En una era donde la gentrificación y el desplazamiento son comunes, la historia de Thacker es un recordatorio de que hay valores que el dinero no puede comprar. Mientras el famoso torneo Masters se lleva a cabo cerca, la casa de Elizabeth sigue en pie, manteniendo viva la idea de que el dinero no lo es todo.
Este resumen fue generado con inteligencia artificial y la fuente original es “Xataka México”.
