La UNAM recomienda tirar el papel de baño al inodoro y no en el bote de basura. El papel está diseñado para disolverse en el agua, evitando obstrucciones. Al dejarlo en el basurero, se pueden dispersar microorganismos en el aire y generar malos olores. La Profeco también apoya este método, indicando que el 95% del papel se disuelve, reduciendo el impacto ambiental. El papel en los vertederos genera metano, un gas que contribuye al calentamiento global.
Si el inodoro no es una opción, use un bote con tapadera y vacíelo frecuentemente para evitar bacterias. Otra opción es usar un bidet como alternativa.
Este contenido fue hecho con inteligencia artificial y la fuente original es “Xataka México”.
