El sistema de partidos en México está en cambio. Morena quiere ser un partido fuerte con reglas, pero depende mucho de López Obrador. Esta tensión entre su liderazgo y las reglas es su gran desafío. El último número de Nexos advierte sobre un nuevo régimen autoritario donde Morena busca controlar sin contrapesos. Morena ha realizado una campaña de afiliación masiva con la meta de 10 millones de afiliados. Se describe como modernización, pero ocurre mientras concentran el poder y hay poca competencia electoral. La expansión de Morena sigue el liderazgo de una sola persona, lo que puede llevar a prácticas autoritarias. Este nuevo ciclo no es como el antiguo PRI; Morena busca una hegemonía con narrativa de transformación social. Para ser una fuerza dominante, Morena necesita respetar la división de poderes y competir equitativamente. El futuro del sistema político mexicano depende de si esta mayoría se construye con diálogo y respeto al disenso. Sin límites, la democracia pierde sentido y quienes gobiernan deben evitar colonizar al Estado.
El contenido plasmado fue hecho con inteligencia artificial y la fuente original es “El Financiero”.
