Jueces sin rostro: ¿Protección o amenaza a la justicia?
A pocos días de las elecciones judiciales de 2025 en México, ha generado polémica la figura de los “jueces sin rostro”, incluida en la reforma al Poder Judicial.
¿Quiénes son los jueces sin rostro?
Son jueces cuya identidad permanece en secreto por motivos de seguridad, ya que deben resolver casos relacionados con el narcotráfico o el crimen organizado. No se muestran en público, no revelan su nombre y dictan sentencias desde lugares seguros.
Aunque esta medida busca proteger a jueces en situaciones de riesgo, algunos expertos, como Javier Martín Reyes del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, advierten que puede dañar otros aspectos de la justicia, como la transparencia y el derecho a un juicio justo.
¿Por qué preocupa esta medida?
La Corte Interamericana de Derechos Humanos y otros organismos señalan que esconder la identidad de los jueces va en contra de los derechos humanos, ya que impide que los ciudadanos sepan quién los juzga. También se teme que esta figura pueda usarse para cometer abusos dentro del sistema judicial.
Especialistas recuerdan que en países como Perú y Colombia, donde ya se ha usado este modelo, no funcionó bien. Aunque al principio parecía una solución ante la violencia, con el tiempo se convirtió en una forma de ocultar irregularidades o decisiones poco justas.
¿Qué dicen las autoridades?
El expresidente Andrés Manuel López Obrador defendió la propuesta como una forma de proteger a los jueces frente a amenazas. Sin embargo, expertos afirman que existen otras maneras más eficaces de garantizar su seguridad, como mejorar las condiciones de trabajo, aumentar la protección y fortalecer el sistema judicial en su conjunto.
¿Afecta la confianza de la gente?
Sí. Muchas personas ya desconfían del sistema judicial en México por su falta de claridad y accesibilidad. Si las sentencias se dictan sin saber quién las emite, la desconfianza podría aumentar. Para muchos, la justicia debe ser clara y abierta, no secreta.
¿Qué podemos aprender de otros países?
En lugares como Perú, el modelo de jueces sin rostro se aplicó en los años noventa y terminó generando más problemas que beneficios. La lección que deja su experiencia es que es mejor buscar otras formas de proteger a los jueces sin violar derechos fundamentales.
En resumen, aunque los jueces sin rostro buscan proteger a quienes aplican la ley, especialistas señalan que este modelo puede generar más daños que beneficios para la justicia y los derechos de las personas.
Este contenido fue generado con inteligencia artificial.