Con el verano en Estados Unidos, los ejecutivos minoristas están preocupados por la temporada navideña. A menos de 22 semanas de Navidad, las empresas están teniendo problemas para planificar debido a las políticas comerciales de Donald Trump. Los aranceles a China han complicado las decisiones sobre los productos navideños.
Balsam Hill, que vende decoraciones, tendrá catálogos más pequeños porque los aranceles cambian constantemente sus planes. Su CEO afirma que la incertidumbre complica la organización de pedidos y productos.
Los minoristas suelen planificar desde enero y hacer pedidos para junio, pero las tarifas cambiantes han afectado esto. Los consumidores podrían encontrar menos opciones de regalo y precios más altos.
La industria de juguetes, que se abastece en gran medida de China, se ve afectada. Los fabricantes normalmente inician producción en abril, pero este año los aranceles retrasaron el proceso.
Estos aranceles han causado retrasos en juguetes que apenas empiezan a llegar a EE.UU. Ahora es incierto si podrán reabastecerse en caso de éxito de ventas en septiembre.
Las tiendas como las de Dean Smith y The Toy Chest en Indiana, han tenido que aumentar sus precios o reducir inventarios para evitar perder clientes.
Los nuevos aranceles de Trump incluyen a países como Brasil y México, lo cual genera más incertidumbre.
El Puerto de Los Ángeles ha tenido mucho movimiento intentando asegurar mercancía navideña. Este impulso refleja un “efecto látigo”: importaciones que se detienen y recuperan según las tarifas.
Los consumidores podrían sufrir por inventarios más bajos y precios mayores hacia las fiestas.
Harman de Balsam Brands menciona que quizá no podrán ofrecer tantas opciones este año, lamentando no cumplir con las expectativas de los consumidores.
Este contenido fue elaborado con inteligencia artificial y la fuente original es “El Financiero”.
