Es preocupante que un presidente sea evaluado por su popularidad y no por su desempeño real. Se sugiere que los legisladores creen indicadores claros para evaluar a los líderes. Los ciudadanos estamos cansados de que los presidentes sean populares por logros mediáticos pagados y no resuelvan problemas importantes como la inseguridad. Necesitamos estándares claros y evaluaciones transparentes porque ellos trabajan para nosotros.
Se presentan algunas ideas para medir el progreso del país: mejoras en desarrollo humano, percepción de corrupción, paz, competitividad, PIB, equidad en ingresos, infraestructura, y digitalización, entre otros. Por ejemplo, el crecimiento anual de Pemex ha sido casi nulo a pesar de algunos ingresos elevados, y cada ciudadano tiene una deuda alta por su relación con la empresa. Es urgente que los políticos gestionen estos problemas sin retórica y sin ideología.
La economía de México ha crecido muy poco comparado con el resto del mundo, y hay un alto índice de corrupción. Los ciudadanos deben exigir acciones claras de sus políticos. ¡Es hora de que respondan a las verdaderas necesidades del país!
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