Samsung lanzó recientemente su nuevo móvil Galaxy S25 Edge, un teléfono que llama la atención por su diseño ultrafino. Sin embargo, en la práctica, este modelo tiene varias limitaciones en comparación con el resto de la gama Galaxy S25.
Muchos esperaban que este móvil fuera el primero de Samsung en contar con baterías de silicio-carbono, tecnología que está ofreciendo muy buenos resultados en móviles de marcas chinas como OPPO y vivo. Este tipo de batería permite tener más de 6.000 mAh en el mismo espacio donde antes solo cabían 5.000 mAh.
Pero Samsung prefirió usar su propia tecnología, llamada SUS CAN, que todavía está en desarrollo. Por eso, en el Galaxy S25 Edge se ha incluido una batería de iones de litio con solo 3.900 mAh, una cantidad un poco justa para un dispositivo tan potente. Además, tampoco utiliza el chip Snapdragon 8 Elite, pensado para ahorrar energía.
Esto significa que el S25 Edge tiene menos autonomía en el uso diario comparado con otros modelos. También se ha confirmado desde Corea del Sur que este móvil utiliza baterías fabricadas solo por Samsung SDI, su división encargada de baterías.
Para los otros modelos Galaxy S25, Samsung sí se apoya también en Amperex, una filial de TDK que es reconocida a nivel mundial y que ya produce baterías de silicio-carbono, aunque no se usan en este modelo.
Al parecer, conseguir baterías Si-C fuera de China no es sencillo, posiblemente por la falta de capacidad de producción que se necesitaría para marcas como Apple o Samsung. De momento, estas empresas aún no pueden implementar esta tecnología en sus dispositivos.
Samsung, por su parte, está trabajando en una nueva batería hecha con un material derivado del acero inoxidable, que promete más capacidad y menos riesgo de hinchado incluso con cargas rápidas.
Este contenido fue creado con inteligencia artificial basándose en el artículo original de Andro4all.
