 
        El verdadero control detrás del F-35
Desde hace tiempo se ha dicho que Estados Unidos podría tener una especie de “botón de apagado” para desactivar remotamente las armas avanzadas que vende a otros países. Aunque el gobierno estadounidense lo ha negado —especialmente en el caso de sus modernos aviones F-35—, la verdad es que sí existe un sistema de control, aunque de una forma menos directa.
La Unión Europea ha empezado a desconfiar de EE.UU. y ha lanzado un plan llamado European Defense Readiness 2030, con el que busca crear sus propias armas y depender menos de países externos. Esta decisión se debe a problemas pasados como el retiro de apoyo militar a Ucrania y las decisiones políticas del expresidente Donald Trump que debilitaron la confianza entre aliados.
Uno de los puntos que más ha llamado la atención es que los cazas F-35 dependen totalmente de tecnología, software y mantenimiento estadounidense. Aunque EE.UU. afirma que no existe un “botón secreto” para apagar los aviones, lo cierto es que sin acceso a sus sistemas y actualizaciones, estos aviones quedarían casi inutilizados.
Los F-35 son más que aviones: son plataformas de software avanzado que dependen de redes como ODIN, que recopilan datos y los actualizan constantemente para mejorar su rendimiento y seguridad. Sin ese sistema, los F-35 no podrían funcionar correctamente, ni defenderse bien.
Además existe algo llamado la “línea azul”, una ruta óptima de vuelo calculada por sistemas estadounidenses para evitar defensas enemigas. Si el país que compra el F-35 pierde ese acceso, el avión se vuelve mucho más vulnerable.
Otro factor clave es la cadena de suministro. Más de 1,400 proveedores están en EE.UU., y sin ellos, es casi imposible reparar o actualizar los F-35. Esto hace que los países compradores dependan totalmente de Washington para que sus aviones funcionen, lo que genera mucha preocupación.
Debido a esta dependencia, muchos gobiernos europeos están revaluando si vale la pena seguir comprando este tipo de armamento a EE.UU., especialmente si en el futuro pueden enfrentarse a decisiones políticas que limiten su acceso a estos sistemas.
Actualmente, la mayoría del gasto militar europeo sigue beneficiando a Estados Unidos, pero eso podría cambiar si Europa desarrolla más su industria militar propia.
Este contenido fue generado con inteligencia artificial. Fuente original: Xataka México.
 
                                    