Claudia Sheinbaum tuvo un percance al actuar como lo hacía antes de ser presidenta, llevándose consigo al país en su error. Antes de su vida política, fue activista, involucrada en movimientos sociales y protestas. Ella se incorporó al M-19 antes de unirse al PRD. Durante mucho tiempo, entendía la política como una lucha entre el pueblo y los gobernantes.
Cuando fue presidenta, convocó a los mexicanos en Estados Unidos a protestar contra un impuesto a las remesas, similar a cuando Morena era oposición. Sin embargo, esto coincidió con protestas hispanas en EE.UU. que resultaron en enfrentamientos y vandalismo, lo que llevó a que Sheinbaum fuera señalada por la secretaria de Seguridad Internacional, Kristi Noem, de incitar las protestas, aunque no era exacto.
La lección es que las tácticas de oposición utilizadas en México no funcionan en EE.UU. en un contexto internacional, y puede resultar peligroso provocar enfrentamientos con líderes como Trump, que prosperan en la confrontación.
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