España vuelve a enfrentar problemas de corrupción, afectando esta vez al Partido Socialista y al gobierno de Pedro Sánchez. En un fin de semana lleno de preocupaciones, Sánchez reflota por la corrupción de sus colaboradores que cobraban dinero de empresas a cambio de contratos públicos. La Guardia Civil ha reunido pruebas contra miembros importantes del PSOE y exministros, lo que ha provocado que se pida la dimisión del presidente. Aunque Sánchez ha pedido disculpas, la situación es complicada, y algunos ven necesarias medidas urgentes como garantizar que él no estaba al tanto de estas actividades y asegurar que no hay financiación ilegal. Sánchez deberá tomar una decisión antes de la próxima sesión del Congreso, donde se discutirá el futuro de su mandato. Contenido generado con inteligencia artificial.
