El viernes 23 de mayo, maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) causaron caos en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) al bloquear diferentes accesos, lo que impidió que muchas personas llegaran a tiempo a sus vuelos y provocó una suspensión de operaciones por casi 20 minutos.
Estas protestas no solo ocurrieron en la capital del país. En otras partes de México también hubo movimientos similares. Por ejemplo, en Oaxaca, maestros y organizaciones sociales marcharon y reclamaron la eliminación de la Ley del ISSSTE de 2007 y cambios a la reforma educativa. También hicieron pintas en las calles.
En Chilpancingo, Guerrero, otro grupo de maestros bloqueó calles principales y una carretera federal durante cinco horas. Además, tomaron autobuses para trasladarse a la protesta nacional en la Ciudad de México y ocuparon edificios públicos de la Secretaría de Educación local.
En Sonora, los maestros amenazaron con bloquear el aeropuerto de Hermosillo. Esta situación dejó a muchos estudiantes sin clases. Esto generó molestia entre algunos padres de familia que denunciaron que una minoría de personas está afectando la educación de todos por intereses personales.
Finalmente, en Michoacán, la CNTE intentó hacer un paro educativo, pero tuvo poca respuesta. La mayoría de las escuelas siguieron operando con normalidad y más de 900 mil estudiantes asistieron a sus clases regularmente.
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