Bares de Despecho: El Nuevo Refugio del Corazón Roto
Hace poco visité un bar de despecho en Monterrey, que en realidad está en San Pedro, un municipio muy próspero. Desde que llegué, noté lo animado que estaba el lugar. Era como una fiesta que ya lleva rato y todos cantan con emoción. Para los vecinos, eso debe sonar como si tuvieran un motor de avión junto a su casa.
Este lugar parece más una especie de “terapia” para quien está triste por una ruptura. La música incluye canciones conocidas de artistas como Paulina Rubio o Mijares que invitan a todos a cantar. Con un micrófono de juguete en una mano y una cerveza en la otra, cualquiera termina participando como si fuera un karaoke gigante.
El nombre del lugar no es casualidad: “despecho” atrae a quienes están superando una pena amorosa. Hay muchas mesas ocupadas por mujeres o por hombres sin pareja, acompañados solo por amigos. El sitio estaba lleno, y es parte de una tendencia: cada vez hay más lugares así en Monterrey y en varias ciudades de México.
Antes, los antros eran para conocer parejas. Hoy, muchos van a cantar sobre rupturas. Esto tiene que ver con los cambios en la forma de relacionarnos. Según datos del INEGI, en México la gente se casa menos, se casa más tarde y muchos jóvenes ya no ven el matrimonio como algo indispensable.
También hay más divorcios, sobre todo después de los 40 años. Por ejemplo, en Nuevo León, hay 61 divorcios por cada 100 bodas. A nivel nacional, la cifra es de 33. Aunque aún hay más matrimonios que separaciones, la diferencia se reduce. A los jóvenes casarse se les complica más.
La mayoría de los menores de 30 años en México están solteros: el 72.7%. Solo el 7% se casa antes de los 30. Esta situación abre nuevas oportunidades de negocio. Uno es precisamente este tipo de bares que ofrecen ocio a los despechados.
En Google Maps ya se pueden encontrar bares similares en varias ciudades del país. En Ciudad de México, por ejemplo, hay uno en la Avenida Masaryk. También se ve un auge en negocios relacionados con mascotas, que poco a poco han tomado el lugar que antes tenían los hijos.
Y en una mirada al futuro, también hay empresas desarrollando robots para acompañar a personas que viven solas. Elon Musk trabaja en uno, pero tal vez se le adelanten los chinos, que ya quieren lanzar un robot que podría acompañarte en casa por unos 20 mil dólares.
Por cierto, yo también canté. No porque estuviera triste, sino porque la fiesta estaba buenísima.
Contenido creado con inteligencia artificial.