El plan fiscal de Donald Trump fue aprobado por el Senado con una votación de 51 contra 50, desempatada por el vicepresidente. Este plan de 3.3 billones de dólares combina importantes recortes fiscales y de gasto público. Incluye un impuesto a las remesas, que el Gobierno de Claudia Sheinbaum prometió reembolsar a los migrantes mexicanos. El plan tiene 4.5 billones en recortes fiscales y 1.2 billones en recortes de gasto, con una deducción fiscal ampliada por cinco años. El proyecto enfrenta oposición en la Cámara de Representantes y podría afectar a los republicanos en las elecciones intermedias de 2026. Los resultados en la Cámara son inciertos debido a la falta de apoyo total entre los republicanos. Si se realizan cambios, el proyecto regresaría al Senado, frustrando el deseo de Trump de firmarlo antes del 4 de julio.
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