China ha construido un pozo llamado Shendi Take-1, el más profundo de Asia y el segundo en el mundo, con una profundidad de 10,910 metros. Este proyecto, realizado por la China National Petroleum Corporation (CNPC), está ubicado en el desierto de Taklimakan y se completó en 580 días. Aunque se planeó llegar a 11,100 metros, el descubrimiento de gas natural detuvo antes la perforación. Este pozo atraviesa 12 capas de tierra antiguas y sus últimas etapas fueron muy complicadas debido a las extremas condiciones de presión y temperatura. A profundidades superiores a 10,000 metros, la tecnología se enfrenta a desafíos comparables a los de la exploración lunar. El pozo más profundo del mundo sigue siendo el SG-3 en Rusia, con 12,262 metros.
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