“Impacto del Impuesto a Remesas en Inmigrantes y Economía Mexicana”
La Cámara de Representantes de los EE.UU. aprobó una reforma fiscal que, si el Senado también la aprueba, impondrá un impuesto del 3.5% a las remesas enviadas por inmigrantes que no son ciudadanos estadounidenses a partir de 2026. Este impuesto afectaría tanto a inmigrantes sin papeles, como a residentes legales y personas con visa de trabajo.
En 2024, México recibió unos 64,750 millones de dólares en remesas, lo cual es un récord. La mayoría de este dinero viene de EE.UU., principalmente a través de transferencias electrónicas, y beneficia principalmente a estados como Guanajuato, Michoacán, y Jalisco. Algunos estados como Chiapas y Guerrero dependen bastante de estas remesas.
El Banco Mundial ha señalado que gravar las remesas tiene efectos negativos y pocos beneficios fiscales. Puede motivar a los inmigrantes a usar vías informales de transferencia, reducir el volumen de negocio y aumentar los costos. Además, no está alineado con las metas de desarrollo internacional.
Se estima que el impuesto podría recaudar alrededor de 1,523 millones de dólares al año, que es solo una pequeña fracción del PIB de EE.UU. Sin embargo, podría aumentar la tensión política y afectar negativamente a quienes más dependen de este dinero.
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